jueves, 9 de abril de 2009

Postre de crisis... conclusion


En otras circunstancias, el simple hecho de haberme kedado callado hubiera sido mi boleto a una tarde sin televisión, sin salir a la calle o pegando la cara contra la pared o la eskina de la sala, sin embargo Dios no se olvida de sus pekeños hijos jamás, y para beneplácito de nuestras madres y de salvoconducto para nosotros nos mando a la tierra, las dichosas Telenovelas. Mi mama era clienta de la novela de las 6 y esta ya había empezado, así ke rápidamente se deshizo de su uniforme de mama responsable y preocupona, para ponerse las cómodas pantuflas de ver las novelas y dejar ke el mundo ruede a una velocidad ke no tiene la menor importancia para ella. Lo del frasco de cajeta? Tal y como lo había dicho, se creyó toda la historia de la mama de Memo y en un par de comerciales me ayudo a llevar el frasco al corro de agua caliente de la cocina para aflojar la tapa y por si eso fuera poco… Me abrió el frasco!

Mi suerte no podía dar mejores frutos y ya imaginaba la cara de admiración de toda la banda, empezaba a disfrutar ya de la fama y el reconocimiento por mis actos del DIA. Salí de la casa rápidamente y me reuní con mis amigos. Todos me rodearon y sonrientes me preguntaban si ya podíamos abrir el frasco, unos me daban palmadas en la espalda y un par de empujones amistosos nos llevaron a una sesión de “te empujo y me jalas te jalo y me empujas” ke me hizo perder el ekilibrio y en un abrir y cerrar de ojos el frasco se resbalo de mis manos y callo al suelo.

Los segundos ke tardo el frasco en caer al piso se hicieron eternos, podía ver los rostros de todos mutando y haciendo extrañas muecas ke partían de la carcajada festiva hasta el mas terrorífico gesto de miedo. Rosalía y paca se habían puesto las manos en los oídos como para protegerse del ruido ke haría el frasco al estrellarse contar el piso. Memo y Javi se arrojaron al suelo con las manos extendidas para amortiguar la caída, Raúl se agarro de Paco inmovilizándolo, parecían haber visto un accidente de autos o algo peor. Yo? Yo me kede congelado, ante mi vista desfilaron todos y cada uno de los momentos de peligro de akel día. Bueno en realidad no era para tanto pero a esa edad y el móvil de nuestro delito bien valía la pena.

El frasco callo al piso, hizo un ruido fuerte y hueco, pero para nuestra sorpresa y alegría, no se rompió. Ah! Suspiramos todos. El frasco rodó hasta la banketa y se callo de la guarnición hacia la calle, ahí en la orilla de la calle entre la guarnición y el pavimento de la calle, corría un reycillo de agua sucia ke se resbalaba de los jardines y corría hasta la próxima alcantarilla. El frasco dio otro golpecito y zaz! Ke se abre, la cajeta; espesa como es no fluyo tan rápido sin embargo si alcanzo a tocar el agua sucia akella del piso, sin embargo no dejamos ke se perdiera casi nada de nuestro preciado likido.

rápidamente le pusimos la tapa otra vez y nos lo llevamos a un lugar seguro, el jardín de mi casa. Nos sentamos en el piso eh hicimos un circulo, ahora les tocaba a la mujeres traer galletas marías o pan blanco el ke fuera, bolillos o pan Bimbo, no importaba, y si no había o no las podían sacar de sus casas, entonces Raúl traería cucharas y tendríamos todos ke compartir.

Se fueron más rápido ke de volada. Regreso Rosalía empuñado medio tubo de galletas marías, también regreso Paca, un solo bolillo, Raúl no espero instrucción alguna y a pesar de ke tardo un poco mas ke ellas regreso con 2 cucharas, no pudo sacar mas por ke su mama le cayo en la movida y le kito todas, las ke traía eran las ke pudo jalarse de la alacena de la sala y ke estaban siempre junto a los platos ke tenia su mama de adorno, tenían un color plateado raro mas bien como tirandole a blankecino o de un cromado oxidado, Raúl dijo ke su mama le había prohibido muchas veces tocas akellos carisimos adornos.
Finalmente compartimos la cajeta, nos tocaron 2 galletas a cada kien, una mordida de bolillo y varias varias cucharadas ke compartimos todos. Nadie se kejo, cuando arroje el frasco vació a la basura, nadie lo reclamo ni kizo meterle los dedos para darle una ultima pasadita, todos nos fuimos a la casa con una extraña sensación de triunfo y un pegajoso éxito ke dolía un poco en la panza. Varias horas después, Paco y Paca, Rosalía Memo, Raúl, Javier y yo coincidimos extrañamente y kien sabe por ke rareza del destino, en el consultorio de Salubridad y Asistencia ke atendía de urgencia las 24 hrs. y estaba cerca de la colonia. Ke paso? Nadie nunca lo supo. Los papas culparon a los desayunos del DIF ke nos daban en la escuela.

3 comentarios:

MIG dijo...

jajajaja vaya por fin terminaste, que buena estuvo tu aventura, y que bueno que no se les rompio el frasco al caer al suelo, sino ... tanto esfuerzo hubiera sido por nada.

el Khaos! dijo...

Si verdad! lo mejor fue el empacho colectivo! y la verdad es ke tuve ke acortar el relato. pero prometo episodios mas largos para la otra jajajaja. ah y por cierto muxas graxyas por comentar.

- el güey de junto - dijo...

Ja ja ja ja...

Sólo los niños pueden comer cajeta después de haber sido salpicada con agua de charco... Bueno,los niños y yo... Ja ja ja ja ja...

Y supongo que desde esa infección, todo se enfiló al caos, no? =P

Saludos!