viernes, 5 de septiembre de 2008

Metrosexual

Salí de la regadera cerca de las siete con cincuenta de la mañana, escurrí el exceso de agua que tenía en el cuerpo y enseguida tomé mi toalla azul marino. Me sequé, salí del baño y entré a la recámara donde estaba mi esposa todavía recostada pero despierta, ya que se disponía a meterse a bañar.

Me miré al espejo y agradecí tener el cabello tan corto… Al grado en que no tenía ni siquiera qué peinarlo. Mientras me miraba al espejo, Aída me dijo con cierto tono acusativo: -Yo creo que tú eres metrosexual. –Yo un poco extrañado pero sin dejarme de mirar en el espejo le pregunté: -¿Tú crees? –Y fue cuando Aída soltó una carcajada para después decir: -¿¡Cómo crees!? Estoy jugando… ¡Si muy apenas te bañas!

-A pesar de la puñalada proferida a mi autoestima, no pude evitar sonreír festejando el sarcástico humor negro que he fomentado en mi adorada esposa.

- el güey de junto -

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi me parece que el comentario lleva influencias de Amandititita también jajajaja.

Kitty

MIG dijo...

jajajaja tu ya bien creido, pensando que si eras metrosexual jajaj... felicitame a tu esposa!!! jeje

Cheryl dijo...

Jajajaja buenisimoooo!! Por lo que veo tu esposa tiene buen sentido del humor.

Saluditos!