miércoles, 17 de septiembre de 2008

Patriotismo auténtico

Cuando yo iba en cuarto de primaria y mi hermana en tercero de preescolar, estudiábamos en una escuela particular en Guadalajara, Jalisco… Creo que se llamaba Colegio Columbia, el cual como en toda escuela del país, se celebraban las fiestas patrias las cuales se festejaban o representaban de acuerdo al presupuesto económico y a la imaginación disponible.

Ese año el programa consistió en un largo homenaje de una hora con veinte minutos en las cuales tras cantar el himno nacional, presenciamos representaciones teatrales muy sencillas sobre el grito de independencia, sobre un Pípila que se cubría la espalda con un pequeño pizarrón con un ábaco integrado en un costado y un Juan Escutia que se arrojó envuelto en papel crepé desde una vieja banca de madera pintada de azul tras gritar “¡Yuju!”…

Pese a lo improvisado del programa, los niños disfrutábamos con singular alegría el espectáculo y estábamos pendientes de todo; de lo que narraba la maestra de segundo año por el micrófono, de los sombreros de utilería que usaban los niños que actuaban, de los bigotes de peluche que tenía puesto el conserje y hasta de los avisos escritos en el pizarrón afuera de la dirección que tenía escritos avisos para la junta de padres de familia.

Para cuando el programa llegó a su fin, todos seguíamos acomodados por grupos tal cual lo hacíamos durante los honores a la bandera y así como cada lunes, alcanzaba a ver a los mismos niños sacándose los mocos, a los mismos hermanos empujándose y a mi hermana siendo el habitual foco de atención entre los niños de preescolar.

Mientras reflexionaba sobre lo que veía en el homenaje, sobre juguetes, sobre la tarea que no hice y las risas de mis compañeros de junto, la voz de la maestra que sonaba más fuerte de lo normal me sacó de concentración y todavía más el hecho de que la mayoría de los presentes gritaron “¡Viva!”… -Viva Hidalgo… -¡Viva!... -Viva Allende… -¡Viva!... -Viva Doña Josefa Ortiz de Domínguez… -¡Viva!... -Viva Aldama… -¡Viva!... -Viva Morelos… -¡Viva!... -Viva Vicente Guerrero… -¡Viva!... -¡Viva México! -¡Viva!... -¡Viva México! -¡Viva!... -¡Viva México! -¡Viva!...

-Y después de esa serie de gritos llegó la calma… Reinó un silencio que se apoderó del entorno, sólo hasta que mi hermana a todo pulmón y con la característica “sinvergüenza” de una niña de cinco años que no distingue un país de otro, gritó: -¡Viva China! –Y ante el desconcierto de los maestros, todos los demás niños gritamos “¡Viva!”…

Los maestros echaron a reír y mi hermanita tuvo la satisfacción de dar rienda suelta a su recién estrenado instinto que le decía que algo más debía gritarse y que si bien México era un país, China también lo era y merecía su grito.

- el güey de junto -

4 comentarios:

MIG dijo...

jajaja en fin inocencia de un niño... en este caso una niña jeje...

Recuerdo que hace como unos 10 años, uno de mis sobrinos estaba aprendiendo las vocales y decia "A de araña, E de Elote" y asi sucesivamente... mi sobrinita que en ese entonces tendria unos 2 o 3 años, por meter su cuchara dijo "E de Chivo" jajajaja

Cheryl dijo...

Pues claaaaaro! ella también quería gritar algo que todos los demás niños vitorearan al unísono. Y hasta eso que eligió un país simpático jajajaja.

Saluditos!

Anónimo dijo...

y para colmo los demás que le siguen la corriente jajajajajajaja VIVA!!!!

VIVA KARY!!!! (yupi)

Anónimo dijo...

ke buena onda! jejeje Como no se me ocurrio a mi algo similar.!Yo hubiera celebrado mi cumple gritando un viva YO! o de perdis un viva Amsterdam... Ke por cierto aun sigue siendo mi ciudad favorita!