lunes, 12 de enero de 2009

la parafilia de Lucas Parte 2


Después de los extraños eventos, el primer sospechoso fue “blackie” el perro de la casa, sin embargo no se le pudo probar nada y por lo tanto, no se le aplico castigo alguno. El mismo episodio se repitió algunos días mas tarde y en esta ocasión sospechábamos del gato, pero en el análisis y estudio del caso también nos faltaban pruebas ke inculparan definitivamente al sospechoso en turno así ke desistimos también. Por la lista pasaron la mayoría de los animales de la casa y hasta llegamos a inculpar a ciertos primos y visitas frecuentes ke como en los otros casos, jamás llegamos a comprobarles absolutamente nada. Nunca nos paso si kiera por la mente la idea de ke detrás de las extrañas noches del corral hubiera una terrible historia romántica, una oscura y lodosa pasión, la mas insólita e irreverente acción torcida jamás perpetrada por ser vivo alguno… La parafilia de Lucas.

Serian como las 10.30 de una iluminada noche en la ke salí a ponerle veneno a los ríos de hormigas ke atacaban los árboles de limón de la huertita ke rodeaba el corral cuando descubrí a Lucas saltando por una ventana de la casa y dirigirse rápidamente hacia el lodazal. Lo vi de espaldas así ke solo atine a pensar ke se habría metido buscando el calor de la casa o kiza algún bocadillo “gourmet” que pudiese encontrar a la mano. Sin embargo me dio curiosidad escuchar el ruido ke hacia Lucas y me dirigí hacia donde estaba el pato.
Kede atónito, frente a mi estaban los dos, tendidos en el suelo en medio de un claro en el lodazal, iluminados por la luna llena y amenizados por un concierto de grillos, metidos en una ardua e incomoda faena ke tenia a Lucas temblando y graznando de una manera extraña. Aleteaba intercalando velocidades diferentes mientras rítmicamente bajaba y subía su pecho y mantenía su parte trasera hacia abajo moviéndola de adelante hacia atrás. En su éxtasis, Lucas no advirtió mi presencia y continuo su faena sin percatarse de este impactado espectador. La luna se reflejaba en su brillante plumaje negro y con aquel mismo fulgor me permitía ver claramente el también negro terciopelo negro ke forraba el cuerpo de su amante. Ahí estaba el pato, apurado y extasiado llevando a cabo su sueño erótico. Montado encima de ella y copulando a la sustituta hembra que la naturaleza y nosotros los humanos, le habíamos negado hasta entonces. Lucas pasaba sus noches …feliz!

Habiéndose descubierto el secreto comportamiento del pato Lucas, se resolvía por fin el extraño caso ke nos había tenido acusando a todo el mundo. Después de la primera vez, la tía Cletita solo se rió al enterarse de la verdad y argumentando ke el uso de la susodicha no podía evitarse, ella siguió usándola como si nada hubiera pasado “ solo tiene un pokito de lodo” dijo.

El evento se repitió varias veces sin ke nadie pudiera, o tal vez; kisiera hacer nada al respecto.

En mi mente aun retumban akellos recuerdos nocturnos. El plumaje de Lucas y la piel aborregada del interior del negro terciopelo de la improvisada amante de Lucas…La chancla de la tía Cletita!. Esa misma chancla ke no dejaba de usar por ke le protegía como ninguna otra del frió del suelo y del consiguiente dolor de juanetes. Esa misma chancla ke ponía debajo de la cama y ke Lucas acudía a rescatar noche tras noche, llevándosela en su pico y sorteando obstáculos como la ventana, el perro, la tranca del corral y la moralidad de los demás animales ke no dejaban de acusarlo con sus fijas miradas.

Lo mas impactante fue descubrir ke en el día Lucas seguía con la mirada los pies de la tía Cletita, la seguía por todo el jardín, el corral y al entrar a la casa. Lucas había estudiado cuidadosamente la rutina de la chancla, o mejor dicho de la tía y aprendió sus horarios y hasta las rutas ke la tía seguía y gracias a todo ello, Lucas perpetro casi impune su fechoría!

3 comentarios:

MIG dijo...

jajajaja Che Lucas.

Anónimo dijo...

¡qué tal!... ¿cómo habrá surgido ese amor? al grado de que Lucas vigilaba sus pasos para llegar a su encuentro...
órale con el intenso del Lucas!!

Kitty♥

Anónimo dijo...

Algo tendrían las chanclas o la tiá, porque... Será que buscaba el pato olor a patas?