viernes, 25 de abril de 2008

¿Pues qué se creen?

Yo, junto con miles de mujeres mexicanas de mi generación, suspiramos cuando veíamos a Pedro Infante en sus películas. Tan galante, tan talentoso... Sin importar que interpretara el papel de un barbaján que intenta besar a la fuerza a la mujer que le gusta... Después de todo, en esa situación, ¿Qué mujer de mi generación no hubiera dejado de poner tan fingida resistencia ante un hombre así?

Sin embargo tal parece que los hombres más que las mujeres, arraigaron ese cliché de que el hombre puede faltarle al respeto a una mujer y que después de su cara de fuchi y palabras de desprecio, terminaremos rendidas a sus pies. ¡Patrañas! ¡Pamplinas! (O como diría mi madre....) ¡Son chingaderas!... O ¿A qué mujer le va a gustar que un viejo roñoso la ande piropeando con lujo de gañanería? ¿Quién en su sano juicio se dejaría besar por cualquier chango con iniciativa y aliento alcohólico? ¿A qué le tiran cuando después de vernos, bajan el vidrio del carro y emiten un sonoro siseo mientras nos miran con cara de depravación? ¿Creen que nos parece un cumplido? ¿Creen que nos hacen un favor? ¿Si una es fea, debemos ver esa falta de respeto como un cumplido? ¿Creen que crecen sus posibilidades de que no los mandemos a la roña? ¿Les divierte cuando nos llegamos a enojar?

Todavía recuerdo cuando Migda, la hija de mi comadre de Ciudad Victoria, me contó mientras tomábamos el cafecito, que le incomodaba seguir saliendo a correr o a andar en bicicleta porque una bola de viejos feos se la pasaban diciéndole de cosas: Chiquita, reynita, mamacita, ricura, si como lo mueves lo bates... "¡Es que se pasan! Una ni los conoce y ya andan con sus cosas!" Me decía Migdita. Y tiene razón. Se aprovechan de que una lleva las de perder si se pusiera a contestarles o a armarles bronca... Ah, pero nada pen...tontos... Cuando vamos acompañadas, sólo se apegan a mirar cínica y descaradamente la trayectoria que siguen nuestras curvilíneas (O no tan curvilíneas) siluetas al pasar.

Esto no va a cambiar de la noche a la mañana, pero sería estupendo que nos lleváramos de tarea adiestrar a los hombres que tengamos "a la mano" para extirpar de sus tapados cerebros ese estereotipo de galancito patán. Así que ya saben... Al que yo sorprenda molestando a alguna dama, no se salva de una Stilson, un martinete o una desnucadora.

* Diva Enmascarada *

2 comentarios:

Anónimo dijo...

... pues yo sí llegué a un límite, no soy grosera pero si me hacen enojar... una ocasión se paró un coche frente de mi hermana y de mi y nos abrió la puerta el tipejo ese, q me enciendo y le digo: "tú qué hijo de tu retemami" -cálmate yo nada más decia- "no ni ma.. te hicimos la parada o qué, vete derechíto a...." Y se fue :) y así se han ido otros cuantos, espero un día no se me pongan al brinco, pero es q uno se cansa de tipos bulgares.

Sía hay! pero no pa´todos!

Kitty♠

MIG dijo...

Son unos mondrigos y patanes, la vdd si da mucho coraje ke te anden piropeando, claro ke no me molestaria si el fuera un papi tipo Brad Pit o Gael Garcia jeje, pero no!!!

Recuerdo una vez ke caminaba a casa con mis hermanas, pasó un señor en bicicleta piropeandonos, nosotras como si no vieramos ni escucharamos nada, al continuar su camino mi hermana se percato de ke el señor (kien vestia pantalon y camisa) llevaba la camisa fajada dentro de sus chones jajajajaja, asi ke estaba la camisa, bajabas la mirada y veias los chones "blancos" con elastico grueso ke decia TRUENO, nos reimos tanto ke creo ke el señor se kedo sin ganas de molestar a mas mujeres por lo menos ese dia o hasta ke se acomodara su ropa. XD