martes, 4 de diciembre de 2007

Escarmiento laboral...

Hace un par de días estaba cotorreando con un carnal que me contaba que una vez tuvo la puntada de conseguir empleo. Aparentemente todo empezó chido... claro, antes de tirarse al cotorreo del peace and love andaba en esas ondas de chambear, consumir, presumir y chambear más pa consumir más y presumir más... he he he...

El chiste es que algo que le movió el tapete bien grueso a la mitad de su primera semana y es que un día tuvo que ir al baño y al terminar se dio cuenta de que ¡¡casi no había nada de papel!! sin embargo mi camarada aunque extremadamente penoso y algo fresa, era hábil... he he he... así que hizo rendir cada uno de los 4 cuadritos de papel que quedaban pa terminar la tarea sin mayor bronca que el estrés de que por poco y no la libraba.

Al día siguiente, mi camarada sin escarmentar llegó derrapando al baño y cuando los asuntos iban como a la mitad, supo que ahora sí estaba más gacho el asunto... ahora no había papel... he he he... Me dijo que pensó en gritar para pedir ayuda, pero psss, no es muy chido gritar en la chamba que te quedaste a medio cake, así que echó el ojo, vio un periódico que le hizo ojitos y zaz! Ahí va la primera plana enfrijolada... y después de reprimir el aullido de dolor, mi compa aprendió a arrugar muchísimo el papel para ablandarlo antes de usarlo... he he he... y aprendió tan bien, que me cae que la segunda hoja de un periódico jamás tuvo tantas arrugas.

El tercer día, ya con diarrea mal rollo iba a entrar al baño. Ahora sí se fijó y zaz! Todavía no había papel! Así que corrió a la cocina y tomó un montoncito de servilletas... por cierto, las últimas.

Salió del baño medio bien librado y se juró comprar papel de baño al día siguiente. La bronca es que no sabía que lo iba a necesitar antes... hasta que sintió el escalofrío gacho que te dice que ya valiste maiz!... he he he... pidió kleenex a las compañeras, periódico a los compas y nada! Ya no habían servilletas, periódico, se acabaron las hojas para imprimir y si sacaba un expediente para volarle una hoja le iba a ir en feria, así que pensó ir a la tienda para comprar papel antes de que ya no aguantara la salida.

Afortunadamente la tienda estaba a media cuadra, así que no tardó mucho en llegar... me dijo mi cuate que ya casi al llegar a la tienda empezó a caminar medio locochón por aquello de no aflojar... el paso... pero de volada encontró el papel y cuando llegó a la caja a pagar... mal rollo! No traía nada de varo!... y la ñora no le aceptó su palabra de honor, el celular, el reloj ni nada. Puro mal rollo. La ñora sobre el billete!

Salió mi carnal con las piernitas temblando... tal vez por que ya sentía que traía medio cotorreo afuera o tal vez por el terror de la idea de que el cajero más cercano estaba como a 3 cuadras. Uno piensa que 3 cuadras son cualquier cosa, pero caminar 3 de ida y 3 de vuelta sudando frío, temblando, apretando las piernas y toda la cosa ha de ser algo rete gacho!!! he he he...

Finalmente llegó al cajero, hizo una cola de 3 personas y regresó a la tienda corriendo... bueno, más bien caminando pero con cara de arrastrándose... he he he... compró el papel y por poco y se regresa brincando para no separar las piernas. Entró, trató de disimular el temblor en la voz al saludar, se limpió el sudor en el pasillo y vio la gloriosa puerta del baño cerrada. Tomó la perilla y casi la arranca al tratar de abrirla pero... el baño estaba ocupado. Como ya se trataba de un rollo bien pesado, decidió irse al único baño disponible... el de las niñas... he he he... ese estaba abierto. Llegó, se sentó tan rápido que casi tira los monitos que estaban adornando la tapa del excusado y pum! que se descose acá como de película!!! he he he...

Usó papel a pasto! No escatimó! No había bote de basura, pero eso no lo iba a inhibir. Empezó a echar puños brevemente usados de papel de baño a la taza. Descansó, casi rezó una plegaria y cuando le jaló al baño... troc!... sonó la pura cadena del tanque... no había agua!!! he he he... haciendo conciencia, la diarrea, todo el rollo contenido, los gases y la salpicada y montaña de papel dentro de la taza daban un espectáculo bien denso.

Salió del baño... tanta fue su pena que se despidió de la secretaria, namás que ella no sabía que era para no volver jamás... he he he... Dejó esa onda del rollo consumista y se tiró a la meditación... al verde... pa no depender jamás de unos gachos que no son ni pa poner un papel de baño.

♠ Hommo Cannabis ♠

2 comentarios:

Unknown dijo...

OMG...

Excelentes Historias estas ..

Diana me paso este Blog y esta bastante chido... sobretodo las leyendas urbandas y cosas que a muchos les pasan y pocos se atreven a revelar..

Un Saludo!!

Vallejo dijo...

Esperemos que el vagón siga siendo atractivo para los que se deciden a convivir y especialmente a los que como tu, se tomaron la molestia de dejar una huella en el convoy.

Saludos! Esperamos que no sea la última vez que nos visitas.