viernes, 14 de marzo de 2008

Moda americana de altos vuelos

Me enteré de que Bill Clint... ¡Ah, no! Me confundí. No se trata de Clinton, sino de Eliot Spitzer quien al igual que al buen Bill, le cayeron en la movida con una muchachona que no es su esposa durante su periodo de mandato. La diferencia es que con Spitzer el pueblo no fue tan condescendiente como con Clinton quien todavía pudo seguir ejerciendo su papel de mandatario americano.

Spitzer es... O más bien era gobernador de Nueva York, quien renunció a dicho cargo la tarde de antier tras el escándalo que se formó en torno a este caso y a las fuertes críticas que se lanzaron hacia el funcionario que basó su campaña en mensajes sobre valores, moral, honestidad y respeto. Spitzer está presuntamente implicado en un caso de prostitución, según fuentes de la CNN que aseguran que fue cliente de un club de prostitución y que hizo ir a una prostituta desde Nueva York hasta Washington, por lo cual pagó decenas de dólares.

Durante la conferencia de prensa, el ahora ex-gobernador de Nueva York pidió perdón por su comportamiento, pero no dio detalles sobre las acusaciones.

¿Qué les parece? Si echamos mano de la estadística, por cada uno que se descubre, ¿cuántos no habrán que hacen de las suyas pregonando una cosa durante las elecciones y viviendo su realidad de una manera diferente?

Si la sociedad no fuera tan espantada, Spitzer pudo hacer una campaña menos mojigata y tal vez no habría qué recriminarle ante su contradictoria conducta. Al menos quienes no somos su esposa o familia.

>> Grinch <<

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