viernes, 12 de octubre de 2007

Crónica de una muerte anunciada

El día que el pasto se comió a la vaca

La vaca siempre acudía al mismo prado en el la llanura a comer uno de sus platillos favoritos… pasto. Sus pesados pasos hacían crujir al pasto de tal forma que los pastos se quedaban triturados y medio muertos aun antes que la vaca los mordisqueara. La vaca simple y sencillamente se acercaba al lugar, escogía un punto y empezaba masticar pasto sin ninguna otra preocupación que rumiar su racion diaria de pasto. Su dieta se lo exigía y a veces parecía que solo lo hacia por impulso, simplemente se acercaba al pasto, lo pisoteaba, y se lo comía sin mas ni mas. Ninguna expresión en su rostro, ninguna en absoluto. La vaca simplemente devoraba la cantidad de pasto que deseaba y no reparaba en ningún detalle.

Un día los pastos decidieron que ya estaban hasta la madre de que la vaca simplemente se los comiera sin compasión, sin mostrar ningún respeto o ninguna emoción al abusarlos de tal manera, los pastos estaban realmente hartos de que la vaca los pisoteara ignorando sus mas elementales derechos, ignorándolos e inclusive haciendo burla de su condición al ser pisoteados y después devorados sin mas ni mas. Los pastos estaban hartos de la impune existencia de esa gigantesca criminal y tenían que hacer algo para cambiar su realidad tan pinche. Los pastos entonces se organizaron y empezaron a reunirse y formar grupos de resistencia ante los ataques de la vaca. Los primeros grupos fueron abatidos sin siquiera haber logrado que la vaca se fijara en ellos, luego algunos otros grupos se armaron y se vistieron de colores diferentes a los de sus antecesores; corrieron la misma suerte sin haber logrado la mas mínima herida en la vaca. Finalmente los pastos se reunieron en un congreso nacional ( la nación del pasto claro) eligieron a sus representantes que usaban unas bonitas playeras amarillas con el escudo de su partido en el centro. Orgullosamente reunidos todos alrededor de su máximo representante, cantaban himnos que ensalzaban la libertad y la rebeldía. Su primera estrategia fue confundir a la vaca fingiendo que se habían secado (el color amarillo) por que creían en una revolución pacifica y sin derramamiento de sangre de ningún pasto mas o inclusive de la vaca, sin embargo, tampoco funciono. La vaca cometía sus crímenes día a día y no parecía inmutarse ante las acciones de los pastos.
Los pastos finalmente decidieron que no había otra solución que remover a la vaca de su prado, había que hablar con ella y si no entendía…habría que eliminarla.

Los pastos escribieron una larga carta explicando a la vaca sus deseos de que se fuera a otro lado, le sugirieron lugares como, la “chingada” y también “muy pinche lejos” en un tono muy diplomático pero bastante firme. Se le entrego la carta a la vaca en una hoja de pasto. La vaca, se comió la carta sin siquiera leerla junto a un grupo bastante nutrido de pastos, simplemente rumio y rumio.

Era definitivo, la vaca …debía morir.

Los pastos encargaron a sus científicos les diseñaran un arma lo suficientemente poderosa para poder aniquilar a la vaca. Los pastos científicos, doblaron las manos rápidamente. Las tropas de pastos estaban agotadas y no tenían suficientes recursos económicos para comprar parque. Parecía que todo estaba perdido.

Un día en que todo mundo estaba embebido es sus pensamientos tratando de solucionar aquella incógnita, llego al prado un grupo de pastos extranjeros, llego uno japonés y otro africano, y dijeron a los pastos. –amigos, hermanos pastos… sabemos bien de su problema y creemos tener la solución, podemos ayudarles–

Al principio el gobierno se opuso a su participación, después disfrazo su actividad, colgándoles identificaciones de prensa y finalmente les empezó a pasar dinero debajo del agua con la intención de que pusiera trucha a los demás pastos y pudieran vencer a la vaca sin que los pastos del gobierno se vieran comprometidos, tenían ciertos compromisos con la cadena alimenticia que los colocaban en una situación de conflicto con la OPU organización de los pastos unidos.

Pues bueno, resulta entonces que el pasto extranjero preparo a la guerrilla de ese prado, instruyéndolo en técnicas suicidas para aniquilar a la vaca. El plan era el siguiente. El pasto japonés instruyo a un grupo al que denominaron los camicaces, su tarea seria hacerse tragar por la vaca, pero lograr que algunos de ellos no fueran masticados sino tragados vivos y enteros por la vaca. Junto a ellos irían algunos pastos africanos que portarían algunos folículos pastales envenenados y llegarían hasta el 1er estomago de la vaca para depositar el veneno ahí mismo. El veneno en si no mataría al vaca por que su proceso digestivo es lento y muy eficaz, sin embargo los pastos extranjeros sabían bien que la vaca en determinado momento regurgitaría y entonces el veneno depositado en su estomago reaccionaria con la saliva de su boca y se convertiría en un mortífero químico que no solo quemaría todo su tracto digestivo si no que le causaría una disfunción cerebral que no le permitiría funcionar correctamente a ninguno de sus órganos vitales. El plan era arriesgado pero efectivo, era un plan suicida y muchos pastos morirían en la operación. No importaba ..los pastos estaban decididos. La vaca iba a morir.

La noticia se corrió rápidamente por el prado, era un secreto a voces, otros sectores de la población del prado se enteraron de la rebelión y quisieron apoyar a los pastos. Los mosquitos se organizaron y llevaron a cabo marchas, las hormigas también se adhirieron y hasta aportaron un plan alternativo emergente, para ahorcar a la vaca, cayéndole desde un árbol, en caso de que el plan de los pastos fallara. Grupos de alta cúpula también se agregaron por solidaridad emocional con el pasto. Todo estaba listo, los días de la vaca estaban contados, el utópico sueño de libertad empezaba a asomarse como una realidad.

Se llego el día “P” los pastos estaban listos…la vaca estaba ahí, preparándose para cometer otro mas de sus impunes actos delictivos, los camicaces estaban listos, las cápsulas con veneno en las manos de los pastos africanos y los locales listos para sacrificar sus vidas en pro de la libertad….todo ocurrió rápidamente. Un bocado de la vaca…miles de pastos fueron arrasados… un par de rumiadas de la vaca …miles de pastos sucumbieron…el veneno llego a su destino…todos los pastos que participaron en la operación …murieron en pro de la patria.

Pasaron algunos días, nada pasaba, en el prado todo era expectación y dolor mezclado con incertidumbre, la vaca regreso al prado, antes de colocarse para comer, regurgito….era el momento que habían esperado, la vaca se paralizo por un momento… se mantuvo inmóvil, luego de unos segundos, parpadeo y rumio un par de veces, se detuvo de nueva cuenta, como si revisara el sabor de lo que había en su hocico, se detuvo otra vez, volvió a rumiar. De pronto la vaca lanzo un fuerte y largo mugido de dolor… su hocico sangraba, su cuerpo entero temblaba y comenzaba a sudar frió. la vaca estaba muriendo, se retorcía y gritaba agitaba su cabeza de un lado a otro, la vaca obviamente estaba en pleno dolor.
En menos de 2 minutos todo había pasado, la vaca yacía tumbada cuan larga y grande era en el piso. Su hocico sangraba y sus ojos se habían cerrado para siempre.

El pasto había triunfado, la vaca estaba muerta.
No voy a hacer el relato de la algarabía y festividades que siguieron al sanguinario evento, por que no quisiera herir ninguna susceptibilidad, quizás haya algún buey leyendo. Solo diré para finalizar que la descomposición del cuerpo de la vaca hizo tanto bien a la composición química del suelo que a pesar de que muchos pastos murieron en el proceso, las nuevas generaciones que nacieron en el lugar, crecieron hermosos y verdes como el mejor de los pastos… y asi un chingo de pastitos bien organizados y concientes de su situación, se chingaron a la gran vaca ke se los habia venido chingando desde hacia un chingo de tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Justicia a los oprimidos"!!! pero ke culpa tenia la vaca de ser vaca!! cadena alimenticia señores!!

Diabl Vacuno