jueves, 4 de octubre de 2007

Chiquitos, chiquitos...

Estaba viendo videos en Youtube para matar el tiempo. Cada video que me entretenía o interesaba arrojaba otros 5 relacionados que me iban llevando a abrir más y más ventanas... entre la búsqueda vi que había un video sobre "El tamaño de los planetas" (Nada relacionado ni alusivo al tamaño de apéndices traseros del cuerpo femenino). Lo empecé a ver y pude apreciar lo diminuta que es la tierra en comparación con el sol, y seguí viendo el video y entonces vi que el Sol es algo muuuy pequeño comparado con estrellas que son mucho más grandes! y que la estrella más grande (conocida por nosotros) es apenas del tamaño de todo nuestro sistema solar incluida la órbita de plutón.

Eso me hizo pensar en lo poquito que somos. Me hizo pensar que nosotros no podemos ser el centro del Universo. Que es egocentrista pensar que Dios hizo todo por nosotros, para nosotros y que además de nosotros no hay nada. Esto me hizo reflexionar con algunos amigos sobre la intención de la vida humana, que no propiamente la intención de una fuerza suprema por darnos vida... es más bien como si nosotros fuéramos un hongo de azulejo de una regadera, al cual nadie puso ahí por una razón en especial, Simplemente empezó como manifestación viviente atestiguando únicamente que en ese azulejo, por razones físicas y químicas era un medio propicio para generar vida. Medios propicios para la vida en las galaxias deben haber millones. Dudo que todos generen formas de vida regidas por las mismas leyes, con mismas ideologías y más aún, que en galaxias que están a millones de años luz reconozcan que Dios no vive en su galaxia, sino en la nuestra y precisamente en la atmósfera de nuestro planeta al que le tiene tanta preferencia.

Es por eso que no creo que nuestra moral como individuos ni como sociedades tenga la finalidad de agradar a una voluntad divina. Si el hongo del azulejo es bueno con el sarro, al dueño de la regadera no le interesa, ni lo ve, ni lo va a premiar dejando de limpiar el baño con desinfectante el próximo sábado... porque el dueño no puso ahí en ese preciso azulejo un hongo para que conviviera con los demás hongos. El hongo se dio sólo por milagros que obedecen más al orden bioquímico que al religioso.

Creo que nuestras acciones y si quieren nuestra moral, deben obedecer más a una intensión suprema de vivir mejor como sociedad, que a agradar al dueño de la regadera, que un día sin pensarlo y sin considerar nuestras acciones y creencias, podría lavar la regadera con cloro para dejar sus azulejos brillosos libres de moho... libres de hongos y parásitos como nosotros.

- el güey de junto -

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hey! homie! i dont know bout you! pero para muestra un boton, nomas mira fijamente en mi pecho y veras que dios si existe y tambien la virgencita de Guadalupe, tu dispensa compa pero, tanta gente no puede estar equivocada..y tu ..nomas eres uno!

Anónimo dijo...

Y que tal si todo lo ke todo mundo cree en cuestion de religion no es cierto??

Solo son formas de pensar de cada kien, no tratar de convencer si exite o no un dios eso es un tema demasiado trillado y sin ningun fin ke yo cosca hasta la fecha...

Pero pss hay que pensar en otras posibilidades alternativas y no solo una

=)