martes, 16 de octubre de 2007

El distractor político de moda...

Tenemos un capítulo más del distractor político de moda. El enriquecimiento ilícito de Fox ya no es el foco del espectáculo (aunque sigue como parte de la agenda de nuestros legisladores). Ha dejado lugar al nuevo chisme de moda. El agravio a la estatua de Fox, en Boca del Río, Veracruz.

Es obvio que ante tanta turbulencia en torno a Fox y sus intensas ganas por no salir de escena, lo último que hacía falta es que se hiciera una estatua de él. Obviamente con nuestra pésima cultura política, poca cultura y civilidad y demás agravantes de conducta propias de nuestra raza, no era de esperarse que alguien manifestara su desacuerdo de una forma bárbara.

La estatua fué lazada y tirada. Cualquier parecido con alguna actividad propia de la charrería es mera coincidencia y ajena a las similitudes que pudieran existir entre Chente Fox y un buey de establo. Por el momento, los villanos extraoficialmente son Priístas, ya que se asegura que diputados estuvieron presentes ante esta muestra de afecto a la imagen del ex-presidente, además de que también se vincula a la cabeza política de esa población, que milita en el PRI.

Al día de hoy siguen discutiendo. Desgraciadamente estas discusiones desvían la atención y energía de nuestros legisladores a quienes sólo les falta nombrar una comisión especial para investigar quién y porqué tiraron la estatua. Siguen sin ponerse a trabajar en lo que nos urge como país. Más de lo mismo...

>> Grinch <<

No hay comentarios: