Según las creencias populares, los lunes son días malos. Días de friega, de empezar la semana... siguiendo el flujo del tiempo es el día más lejano del añorado fin de semana. De ahí derivan una gran situación de hábitos arraigados por gremios específicos, como el San Lunes de los albañiles, los Lunes de resaca de los Universitarios y círculos asalariados, etc.
Dentro de todo lo negativo que puede tener un lunes, hay algo que lo vuelve mágicamente añorable... Tanto, que es casi como si fuera una trampa. Esta característica que le quita lo 100% nefasto es lo que los asalariados llamamos "quincena!"... Bueno, sí, todos le llamamos quincena a la quincena, pero los asalariados acompañamos la palabra con signos de exclamación! Porque nos llena de júbilo!. Porque aunque ese dinero es parte de un flujo fugaz y efímero, durante ese día podemos decidir hacer lo que se nos antoje aunque acabemos haciendo lo que nos conviene (o lo que nos permiten hacer, en el caso de los que son casados).
Es entonces la palabra quincena, hace que la palabra lunes emita una señal difusa... bipolar... como si el sistema tratara de confundirnos para que amemos los lunes y abandonemos esa cultura mediocre y arropadora del amor a los fines de semana. "Lunes de quincena"... ay wey!... son 3 palabras poderosas que hoy, lunes 15, me hacen sentir una felicidad amarga... me hacen respirar un alivio económico viciado por el tedio laboral... me hacen desvariar por no poder poner en orden mis ideas. Lunes, hagamos una tregua... hoy no te odio... en 7 días quién sabe...
- el güey de junto -
Dentro de todo lo negativo que puede tener un lunes, hay algo que lo vuelve mágicamente añorable... Tanto, que es casi como si fuera una trampa. Esta característica que le quita lo 100% nefasto es lo que los asalariados llamamos "quincena!"... Bueno, sí, todos le llamamos quincena a la quincena, pero los asalariados acompañamos la palabra con signos de exclamación! Porque nos llena de júbilo!. Porque aunque ese dinero es parte de un flujo fugaz y efímero, durante ese día podemos decidir hacer lo que se nos antoje aunque acabemos haciendo lo que nos conviene (o lo que nos permiten hacer, en el caso de los que son casados).
Es entonces la palabra quincena, hace que la palabra lunes emita una señal difusa... bipolar... como si el sistema tratara de confundirnos para que amemos los lunes y abandonemos esa cultura mediocre y arropadora del amor a los fines de semana. "Lunes de quincena"... ay wey!... son 3 palabras poderosas que hoy, lunes 15, me hacen sentir una felicidad amarga... me hacen respirar un alivio económico viciado por el tedio laboral... me hacen desvariar por no poder poner en orden mis ideas. Lunes, hagamos una tregua... hoy no te odio... en 7 días quién sabe...
- el güey de junto -
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