miércoles, 16 de enero de 2008

Ke rara sensación esta de volver a un lugar después de mucho tiempo de ausencia. Las cosas ke te parecían familiares de pronto te resultan extrañas y hasta la forma en ke están acomodados los elementos ke configuran tu entorno te resultan diferentes al grado de sentir ke no estas en el mismo lugar. Yo no se si esto les suceda a todos o en todas las ocasiones ke ocurre algo similar, pero a mí el haberme sentado otra vez en este vagón y mirar los rostros de los demás pasajeros y observar lo ke vienen haciendo, lo ke vienen leyendo, lo ke vienen escuchando y hasta lo ke vienen platicando eso, todo eso me ha empujado a percibir este vagón del metro como uno nuevo, diferente al de antes.
Las paredes siguen bastante limpias a excepción de uno ke otro pasajero ke las ha rayado de manera muy educada; sospecho ha sido victima de las insinuaciones de algunos de nosotros o hasta de abiertas peticiones de rayar. En mi caso ya estudio los chantajes ke podría utilizar para ke los ke nos visiten de vez en cuando, pasen al menos a la eskinita para echar una firma... y si... literalmente.

Espero poder entablar comunicación mas estrecha con mis kamaradas de travesía y poder despertar akellos enmascarados compañeros de lucha. Ke onda con ustedes mis chavos donde están? ...ese súper cholo? Ese pobresor? es mas hasta akel elegante Luchoferton??? Chale banda..nos estan ganando las viejas eh! Por cierto.. un respetuoso saludo desde aki para la doñita del vagón ... Esa doña diva...ke pachuca por Toluca?..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mi estimado camarada... espero que la extrañeza de la que hablas sea equiparable a regresar a casa y descubrir la ampliación del cuarto de TV, o a notar que hay un cómodo y nuevo sillón... y no a llegar a un lugar donde uno se siente ajeno y desencajado.

A calentar motores!

Ya habrá oportunidad de toparnos en el torniquete que da acceso al andén, o en nuestros asientos de costumbre.

Saludos!