Visita guiada al corporativo EVIAF

Bienvenidos al corporativo EVIAF (Educación Vial Impartida con Aplicación de la Fuerza). Consideramos fundada nuestra empresa el día 13 de abril del 2011 cuando nuestro fundador, presa de un ataque de ira, decidió embestir el auto de un automovilista que obstruía el retorno por tratar de tomarlo en contrasentido. Esto dio una brillante idea a nuestro fundador que imaginó una utopía. Ir por las calles chocando premeditadamente a la gente sin educación que hace más difícil la vida del resto de los automovilistas.

Antes de iniciar el recorrido por el edificio, les contaré cómo desde ese día de abril, nuestro fundador inició una vida que daría lugar a lo que hoy es EVIAF. Ahorró el capital suficiente como para poder pagar 25 veces el deducible que el seguro cobraba por siniestro a su auto subcompacto, con lo que se sintió seguro como para ir chocando a automovilistas que entorpecen la vialidad, que no hacen fila y se meten a fuerza, que circulan por los carriles de contraflujo, que dan vueltas prohibidas, etc... Todo fingiendo demencia, fingiendo estar apenado pero enfatizando una seguridad amparada en la falta al reglamento de tránsito cometida por parte del otro conductor... y en algunas ocasiones pagando el deducible, que en palabras de nuestro fundador, es un costo mínimo comparado con la satisfacción de hacer justicia por propia mano... o propia defensa...

Ahora que EVIAF es una empresa con cobertura nacional, existe todo un organismo de reclutamiento y canalización de fondos para tan noble tarea.

Aquí a mano derecha podemos ver el circuito de entrenamiento, donde conductores muy hábiles practican maniobras complicadas que les dan la destreza como para poder calcular con precisión quirúrgica las consecuencias del choque. El piloto tiene la capacidad de estimar incluso la cantidad de días que estará el auto del "Ofensor vial" en reparación con sólo imaginar de qué forma se le va a impactar. Todo esto en décimas de segundo, antes de que el choque suceda. Este riguroso entrenamiento nos ha dado nuestro record casi impecable. 12 años después de fundada como empresa formal, sólo un esguince de cuello registrado en más de 13,400 choques que se han logrado en forma limpia y exitosa.

A mano izquierda podemos ver los talleres, en los que nuestros autos son reparados para abatir costos tanto en reparaciones como en seguros, pues nuestras unidades sólo cuentan con seguro de daño contra terceros. Cuando los ofensores viales resultan culpables, recibimos el pago del seguro por nuestras unidades, las cuales reparamos aquí mismo. Eso da un pequeño margen que se convierte en nuestro único ingreso que no depende de las donaciones particulares.

Los autos que utilizamos son carrocerías de autos lujosos con chasis, motor y componentes de autos económicos. Con esto se acentúa el efecto de culpa, y miedo ante el pago para los ofensores viales que no cuentan con seguro contratado. En esos casos el escarmiento es doble, lo cual vemos con agrado.

Si seguimos más adelante, podemos ver tras ese ventanal, nuestra oficina de compras. Compramos pintura, refacciones, partes de carrocería, autos lujosos en pérdida total para deshuesarlos, cámaras de video que van abordo de las unidades, etc.

Bajando las escaleras podemos ver las cámaras de adiestramiento psicológico, en las cuales actores dramaturgos profesionales enseñan técnicas de actuación para dar veracidad al evento. Pilotos del sexo femenino aprenden a llorar con un realismo impresionante y las de menor edad improvisan elaboradas historias en las que sus padres las van a castigar de por vida por chocar el auto. En el caso de nuestros pilotos de sexo masculino hay programas que proyectan ira (sin llegar a agredir), desesperación e improvisación de situaciones variadas como perder un avión, estar a punto de pedir la mano de la prometida, etc.

Los espejos que vemos a mano derecha son en realidad las ventanas de las cabinas aisladas donde unos cuántos pilotos reciben apoyo psicológico ante un cargo de conciencia. Las causas más frecuentes son por mencionar algunas; jóvenes castigados o regañados severamente por sus padres, gente que llegó tarde a una junta importante, etc. Todo bajo el estigma de "Reciben lo que merecen"... "Si manejaran como debe de ser, no sufrirían esas situaciones".

Al reverso de nuestro folleto está el número de cuenta en caso de que decidan hacer donativos para el mantenimiento de la empresa, que por razones obvias tiene ingresos muy limitados.

Y ustedes que están leyendo... ¿Desean cooperar con un depósito bancario? ¿Desean reclutarse a nuestras líneas de pilotos especializados? ¿Comparten el espíritu de la causa? o ¿son acaso parte del problema? Por su bien, espero que no... ya que no tendremos misericordia para ajusticiar a los ofensores viales que hacen de nuestras calles un espacio inseguro, ineficiente y desdichado.

La salida es por la puerta izquierda, al fondo del pasillo. Gracias por su visita.

- el güey de junto -