lunes, 21 de enero de 2008

Un hígado para llevar, por favor...

México, D.F. a 21 de enero del 2016

Me despierto con un ardor en el costado izquierdo. Esta vez sí es insoportable. -Ni hablar, ya no aguantará más... Me digo mientras llamo a la Biorefaccionaria "El Álamo", ubicada en las afueras de Tlalnepantla... Su número ya está en el botón 3 de la memoria de mi videófono portátil, así que rápidamente me pongo en contacto y soy atendido por una señorita vestida con una bata azul, diadema kinética vía Bluetooth 12.3 y un proyector holográfico sobre su ojo izquierdo.

-Buen día. Los niveles monitoreados desde su teléfono hasta nuestra central indican que es Usted candidato para su tercer transplante de hígado. Además se ha hecho Usted acreedor a un programa de rehabilitación contra las adicciones etílicas en la 2da luna de Marte con un 48.3% de descuento.
-Me parece bien. Prográmeme para cirugía hoy a las 13:00hrs tiempo global. Tengo una cita a las 21:00hrs y no quiero llegar tarde...

Regresamos al 2008 y me pregunto: ¿Cómo podría trivializarse un transplante tan aparatoso como un hígado en el futuro?....
...C L O N A C I Ó N.....
...es la respuesta más viable hoy en día.

La clonación de embriones es una realidad, aunque no me refiero a la controvertida y Hollywoodense idea de clonar a nuestro gemelo y tenerlo viviendo en un refugio para destazarlo cuando necesitemos un transplante. La clonación de embriones tiene como finalidad obtener células Totipotenciales, como se hace con el cultivo de células madre a partir del cordón umbilical o el prepucio en el caso de los bebés varones. La diferencia es que una célula Totipotencial de un embrión tiene mayor capacidad para desarrollarse en una variedad más amplias de tejidos y de mejor estructura... o sea, más órganos diferentes y de mejor calidad.

Aquí no termina la cosa. El cultivo de tejidos de mejor calidad a partir de células Totipotenciales embrionarias no se limita a transplantes. Imaginen que una persona requiere un medicamento de reciente desarrollo que es muy fuerte y que no saben si lo va a resistir mi riñón. ¿No sería genial que probaran el medicamento con tejido de riñón genéticamente idéntico al mío sin arriesgar o deteriorar mi vida?

El problema aquí es que nuevamente nos encontramos en un dilema con tintes de déjá-vu: La iglesia asegura que por el hecho de basar esta tecnología en la destrucción de un embrión, es asesinato, mientras que eminencias científicas aseguran que un embrión de muy pocos días de gestación y desarrollo es un costo muy bajo en comparación a las vidas que podrían salvarse.

¿Qué sigue ahora? Hace unos siglos la iglesia estaba en contra de la exploración anatómica en cadáveres... y sobra decir que sin ella, nuestra medicina seguiría en pañales. Seguiríamos cobrando vidas para aprender sobre funciones básicas de nuestro cuerpo o seguiríamos aceptando una cantidad inmensa de muertes prematuras "porque así lo quiso Dios".

¿Esto es válido? ¿La iglesia puede hacer algo más que opinar? ¿Me debo resignar a morirme esperando un hígado sólo porque una religión en la que yo no creo, pero que predomina en estas latitudes, prefiere que yo me muera a que se destruya un embrión creado con mi código genético con sólo dos días de vida? ¿No debería ser esa mi decisión? Yo no voy a la iglesia, los respeto y no me meto con Ustedes... Respeten a las minorías.

>> Grinch <<

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creia ke los Totipotenciales eran las unidades de medida de energia producida por el insumo de chicharrones y frituras de la famosa y deliciosa marca "totis". chin!

Anónimo dijo...

Es una palabra ambivalente. También es esa unidad de medida de energía... sólo aclarando que cuando deterrminada cantidad de Totipotenciales pasa a estado de reposo, se deja de llamar así y se recibe el nombre de "Tejido adiposo"