Es sabido que en la cultura mexicana, el doble sentido y el albur es el pan de cada día en prácticamente todos los círculos sociales... Empresarios, supervisores, obreros... Ejecutivos, ingenieros, albañiles... Se usan en mayor o menor medida, pero generalmente la mayoría tiene al menos nociones básicas de defensa (aunque hay quien no sólo no se defiende, sino que "se pone de a pechito", pero esa es otra historia).
Aunque el albur tiene connotaciones sexuales donde el blanco es generalmente del género masculino, no quiere decir que alburear implique tendencias homosexuales o firtrear con el compañero de oficina. Es más que nada una batalla de ingenio, vocabulario, creatividad, imaginación y resistencia al pudor. Pero ¿Qué pasa con las mujeres? Deberían existir albures específicos para mujeres... Si no lo creen así, lean esta anécdota que me platicaron:
Rosita era una joven secretaria que a penas tenía 2 años de vida profesional. Era eficiente, dedicada e inocente. Ella veía que frecuentemente que la gente reía de lo que ella decía: Preguntaba algo... Carcajadas. Contestaba algo... Carcajadas.
Un día, los compañeros de Rosita se acercaron a Rosita y uno comentó en voz alta, "Rosita sabe dónde está el recibo"... lo suficiente fuerte como para que Rosita escuchara y como ella era muy servicial, anticipó y preguntó: - ¿Cuál recibo? - ¡¡¡ESTAAAA!!!... Fue la respuesta de sus compañeros al unísono, mientras acompañaban el bisílabo con un prominente movimiento pélvico hacia el frente.
El grito de los compañeros, las carcajadas, el peculiar movimiento de cadera y comentarios como "Ay pinche Rosita, siempre cae en todas", le hizo sospechar que tal vez estaban riendo a sus costillas. A la hora del almuerzo, Rosita se acercó a quien le tenía más confianza y le pidió que le explicara qué había sido todo aquel alboroto de la mañana. - Es que cuando alguien pregunta "Cuál recibo", o "Qué recibo", se le contesta "¡Esta!" y se mueve la pelvis hacia adelante. Es doble sentido, pero no te preocupes por entenderlo. Es un juego de camaradería entre los amigos de la oficina. Sólo procura no preguntar "Cuál recibo" o "Qué recibo".
A la mañana siguiente, Rosita llevaba unos papeles y en eso escuchó que un supervisor preguntaba a un subordinado: "¿Qué? Pero ¿Cuál recibo?" a lo que Rosita, casi aventando los papeles en el escritorio más cercano para tomar vuelo, respondió de la forma más soez y cínica posible: - ¡¡¡ESTAAAAAAAA!!!... Con el movimiento de cadera antes mencionado. Todos se quedaron paralizados. A algunos se les subió el color a las mejillas. El supervisor se le quedó viendo, hizo un gesto de desaprobación moviendo la cabeza a los lados y salió de la oficina dejando un sepulcral silencio en la oficina que sólo fué roto por la vieja impresora de papel.
Rosita no se presentó a trabajar al día siguiente después de que su mamá le explicó lo que le había insinuado al supervisor.
Espero que esta anécdota sirva para crear conciencia. Ayudemos a mujeres como Rosita divulgando albures específicos para la mujer para que pueda defenderse o interactuar con los amigos sin comprometer su honra.
- el güey de junto -
Aunque el albur tiene connotaciones sexuales donde el blanco es generalmente del género masculino, no quiere decir que alburear implique tendencias homosexuales o firtrear con el compañero de oficina. Es más que nada una batalla de ingenio, vocabulario, creatividad, imaginación y resistencia al pudor. Pero ¿Qué pasa con las mujeres? Deberían existir albures específicos para mujeres... Si no lo creen así, lean esta anécdota que me platicaron:
Rosita era una joven secretaria que a penas tenía 2 años de vida profesional. Era eficiente, dedicada e inocente. Ella veía que frecuentemente que la gente reía de lo que ella decía: Preguntaba algo... Carcajadas. Contestaba algo... Carcajadas.
Un día, los compañeros de Rosita se acercaron a Rosita y uno comentó en voz alta, "Rosita sabe dónde está el recibo"... lo suficiente fuerte como para que Rosita escuchara y como ella era muy servicial, anticipó y preguntó: - ¿Cuál recibo? - ¡¡¡ESTAAAA!!!... Fue la respuesta de sus compañeros al unísono, mientras acompañaban el bisílabo con un prominente movimiento pélvico hacia el frente.
El grito de los compañeros, las carcajadas, el peculiar movimiento de cadera y comentarios como "Ay pinche Rosita, siempre cae en todas", le hizo sospechar que tal vez estaban riendo a sus costillas. A la hora del almuerzo, Rosita se acercó a quien le tenía más confianza y le pidió que le explicara qué había sido todo aquel alboroto de la mañana. - Es que cuando alguien pregunta "Cuál recibo", o "Qué recibo", se le contesta "¡Esta!" y se mueve la pelvis hacia adelante. Es doble sentido, pero no te preocupes por entenderlo. Es un juego de camaradería entre los amigos de la oficina. Sólo procura no preguntar "Cuál recibo" o "Qué recibo".
A la mañana siguiente, Rosita llevaba unos papeles y en eso escuchó que un supervisor preguntaba a un subordinado: "¿Qué? Pero ¿Cuál recibo?" a lo que Rosita, casi aventando los papeles en el escritorio más cercano para tomar vuelo, respondió de la forma más soez y cínica posible: - ¡¡¡ESTAAAAAAAA!!!... Con el movimiento de cadera antes mencionado. Todos se quedaron paralizados. A algunos se les subió el color a las mejillas. El supervisor se le quedó viendo, hizo un gesto de desaprobación moviendo la cabeza a los lados y salió de la oficina dejando un sepulcral silencio en la oficina que sólo fué roto por la vieja impresora de papel.
Rosita no se presentó a trabajar al día siguiente después de que su mamá le explicó lo que le había insinuado al supervisor.
Espero que esta anécdota sirva para crear conciencia. Ayudemos a mujeres como Rosita divulgando albures específicos para la mujer para que pueda defenderse o interactuar con los amigos sin comprometer su honra.
- el güey de junto -
1 comentario:
estimado Guey de junto, lamento decirte ke "Te la vas a ver muy dura" tratando de encontrar albures para mujeres. Pero si te "la kieres echar al hombro" pues buena suerte. me keda de tarea pensar en alguno en la ke puedan alburear con nosotros .
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