Entregas desemenbrinas Parte "B"

Para no hacer mas largo el choro; nos pusimos a caminar mercancía en la espalda a dos viajes y todo estaba en la puerta en menos de 30 minutos.
La señora abrió la puerta, era neta, andaba en camisón. No, no, no era camisón, era mas bien una bata larga ke la cubría toda, estaba abotonada del frente desde el pecho hasta las rodillas pero era transparente y la dichosa señora andaba como la fresca mañana en su depa. Bajo la bata una prenda por demás horrible y mata pasiones, como esos calzones de abuelita con olan en la pierna y todo, grandote y grueso. Pero nada mas, ninguna otra prenda de vestir sobre su cuerpo, el cual valga la pena decirlo, efectivamente ostentaba un excelentemente bien conservado cuerpo, ya sabes mucho donde debía tener mucho y pokito donde tenia ke tener pokito, si la neta la señora estaba mucho mas ke antojable y lo mejor de todo era ke no parecía importarle el hecho de ke nos le kedaramos viendo absortos con lo increíble de la situación.

Empezamos a meter los muebles según sus instrucciones y llevamos la litera y colchones a la recamara y la mesita en la sala. Y a armar se a dicho, Lucas y Héctor se le pegaron a la litera mientras yo en la sala armaba la mesita. Mi pinche mala puntería, yo escogí la mesa por ke la señora se había sentado en el sofá de la sala y yo eso lo veía como una oportunidad de oro para ver ke pescaba no? Pero después de mis insistentes miradas ella se levanto y se dirigió a la recamara. No supe si fui demasiado obvio o de plano muy voraz en mis miradas, pero según mi apreciación ella había dado pie al asunto, al presentársenos así y además no cambiarse ni decir nada, además parecía responder a nuestras miradas cachondas de una manera igual.

En menos de 2 minutos Lucas estaba ya a mi lado, con el desarmador en la mano y una cara agria ke daba risa.
La puerta del dormitorio se cerro suavemente, en chinga nos levantamos del piso y nos acercamos con cuidado a la puerta. No se escuchaba absolutamente nada, ni sikiera el ruido ke Héctor debía estar haciendo al armar la litera, sobre todo por ke lo estaría haciendo solo. Lucas y yo nos miramos y al mismo tiempo encogimos los hombros. Y luego escuchamos un leve kejido, muy leve, ahogado. Esa era la señal, ya se estaba haciendo la machaca! El canijo de Héctor había sido el ganon, era el mas alto, el mas wero, y la neta el mas carita y pues ni modo. Lucas no se sentía a gusto con akello, e intento girar la perilla de la puerta, kiza pensaba entrar y participar del festin, ke podía perder. La puerta no se abrió y al tiempo fue empujada hacia nosotros desde dentro. Lucas dijo en voz baja:

este hijo de la fregada la tiene recargada en la puerta-

de inmediato y sin decir otra palabra al mismo tiempo pegamos la oreja a la puerta para escuchar mejor, pero nada no escuchábamos nada. En la mente, al menos yo, se disparaban múltiples posibilidades y hasta imaginaba ya en ke posiciones sexuales nos podríamos acomodar los cuatro en un extremo encuentro super cachondo. Es mas recuerdo ke hasta llegue a sentir pena por ke mis amigos me verian desnudo y yo a ellos y eso me ponia nervioso, pero la experiencia bien valia la pena.

Lucas, yo creo, estaria haciendo lo mismo ke yo, por ke cuando lo mire, tenia una picara sonrisa dibujada en el rostro y al tiempo de verme asentia repetidamente arkeando sus cejas una y otra vez en señal de aprobación. Ni nos acordabamos de las demas entregas.

En un momento, el gemir se hizo mas constante y mas alto, era obvio ke hector la tenia bien apergollada. Ella ahora le decia dame tu… dame tu… dejando la frase incompleta, como si buscara la palabra adecuada para completarla.
Y alcanzamos a escuchar como la voz de hector entrecortada y jadeante le decia
Tu tambien, tu tambien
Tu tambien? Y eso ke keria decir? Ke carajos estarian haciendo, sabiamos ke hector estaba verde para el asunto, pero por mas inexperto ke fuera, no era tonto y no dudabamos ke se estaria dando un bankete.
Las frases incompletas e incongruentes dieron paso a un corto silencio seguido por una frase y en voz alta pero entrecortada ke denotaba altisima excitación, emitida por Héctor, era mas un pujido hablado ke otra cosa y dijo:
...Dame tu semen....
Ke?... Digimos al unisono Lucas y yo? Y detrás de la puerta una carcajada femenina y con los nervios lucas y yo tambien nos carcajeamos al unisono,
Héctor dijo eso? Aun no lo podiamos creer, y al parecer a la señora tambien le dio tremenda risa.