Cuando la modernidad nos coma

Me enteré leyendo un periódico que la planta de la empresa Polaroid ubicada en Querétaro tuvo que cerrar sus puertas dejando sin empleo a cerca de un millar de trabajadores. Se supone que la empresa estaba bien administrada, el personal era eficiente, los salarios y prestaciones eran bastante competitivos, no tenían irregularidades fiscales y todo marchaba tan bien como en cualquier empresa que sigue prosperando.

Entonces ¿qué hizo que una empresa con buenas características cerrara sus puertas? Los progresistas dirían que es el resultado de no adaptarse a la modernidad. Los clásicos dirían que el tiempo hizo su trabajo y que todo tiene un ciclo... Tal vez alguien diría que Polaroid se durmió en sus laureles confiado en que la tecnología en la que se basaba su fuente de trabajo nunca pasaría de moda.

No podría darles un dato y no quisiera inventarlo, pero estoy segura de que diariamente se venden miles de cámaras digitales y muy pocas análogas. Si Polaroid no tiene una participación importante en la era digital es de esperarse que empiece a encogerse... Yo no puedo hacer que mis rodillas dejen de rechinar y jamás podré trotar a la velocidad a la que lo hacía hace 40 años, pero empresas que se basan en tecnologías que hoy están al borde de la extinción, tienen 3 alternativas: Evolucionar, desaparecer o reducirse hasta tener un tamaño que les permita darse el lujo de vender sus producto como artículos de ocio, hobbie o colección, lo cual evidentemente no deberá requerir naves enormes con cientos de empleados trabajando.

* Diva Enmascarada *