Motivos románticos para casarse...

Si me hubieran preguntado hace un año "¿Cuándo te piensas casar?", hubiera respondido que en unos 2 o 3 años... Si le hubieran preguntado a mi actual esposa, hubiera dicho 4 años, al día siguiente tal vez hubiera dicho 1 año y al día siguiente quizá 2 años. Cambiaba tanto su expectativa de fecha para una posible boda que a veces me espantaba, pues no es lo mismo visualizar algo en 3 años que pensar que ya se te pasó la fecha para empezar a ahorrar y hacer los trámites para una boda.

Hace unos meses, Aída todavía era mi novia y nos gustaba ir a ver casas nuevas en venta. Era un hobbie de fin de semana que habíamos arraigado desde hacía un año atrás. Veíamos la casa, yo veía el monto del enganche, ella la lavandería techada. Yo veía el monto de la mensualidad, ella el estilo de la fachada. Yo veía los intereses y el plazo del crédito hipotecario, ella dónde poner su añorado árbol de duraznos...

Como siempre la casa era muy cara o muy barata pero no nos gustaba, nunca formalizamos nada hasta un día que decidimos comprar casa para que cuando llegara el "lejano" día de la boda, tuviéramos dónde vivir. Vimos una casa agradable al límite de nuestras posibilidades económicas y decidimos empezar el trámite, pero un día que llevamos papelería, camino de regreso vimos unas casas agradables y pensamos que sería buena idea verlas.

- Pues así está el plan. Dijo el vendedor. - Están más cómodos los pagos, ¿no? - Sí, nada más hay que ver la casa cómo está. -Le dije a Aída. Vimos la casa muestra y nos convenció todo excepto el tamaño del patio, pues teníamos una perrita labradora (que hasta la fecha tenemos) que requería espacio para jugar. Íbamos de salida cuando el vendedor nos sugirió ver una casa que estaba en esquina y tenía excedente de terreno. Fuimos, nos gustó bastante y cuando vimos el bajo impacto en los números nos decidimos, aunque el vendedor nos advirtió: - Necesitan sumar sus ingresos para poder sacarla y para eso necesitan estar casados. - Casados ¿cuándo? -Dije tras tragar saliva. - 3 semanas máximo, para poder apartar la casa con la papelería completa. -Le dijimos al vendedor que lo pensaríamos.

Salimos de ahí, entramos de nuevo a la casa de la esquina que podría ser nuestra y no dijimos palabra alguna. Sólo entrábamos y salíamos de las habitaciones, cocina y baño. Cada quién pensaba para sí y aunque sonreíamos emocionados todo el tiempo, lo cierto era que hablábamos de casarnos en 3 semanas y eso era algo serio.

Decidimos que valía la pena aventurarnos y casarnos de la forma más minimalista posible para dar pié a nuestro sueño de tener casa propia. Regresamos con el vendedor, formalizamos el acuerdo y en 2 semanas y media ya estábamos casados. Guardamos nuestra acta de matrimonio, se fueron cerrando los trámites del crédito hipotecario y por fin llegó el feliz día de firma de escrituras y nos dieron fecha para entregarnos la casa... Pero... Un momento... El acta de matrimonio no nos la pidieron jamás... ¿Qué sucedió entonces?

¿El vendedor tenía algún macabro y morboso interés en que nos casáramos? ¿Aída y el vendedor se pusieron de acuerdo? ¿Es un complot del sistema? ¿Todo esto era parte de un reality show que consiste en ver quién se casa por la razón más trivial? O... ¿Será que encontré un cochino y estúpido agujero en el sistema de los créditos hipotecarios donde te piden algo que nadie va a usar y que por consiguiente, si falta, nadie lo extraña?

¡Que me regresen mi dinero y un certificado de soltero!

- el güey de junto -