viernes, 22 de febrero de 2008

Dionisia y Yo

Hace ya mucho ke Dionisia yego a mi vida; fue de esas emociones irrefrenables que inician con la primera vista. Soñé tanto con tenerla que hasta llegue a pensar que me volvería loco si no podía colocarla a mi lado. A veces imaginaba como serian mis noches junto a ella, observándola, procurándola y cuidándola. Muchas fueron las veces que hice planes y proyectos de cómo seria su habitación, por que claro! Dionisia tenia que estar ahí conmigo en las noches, a mi lado. Mi desesperación fue tal por no conseguirla que hasta tuve el atrevimiento de buscarla por Internet. Algún amigo me dijo inclusive ke estaba loco ke eso no existía, ke era un sueño de locos o de caricaturistas de televisión. Pero no! Yo estaba seguro ke Dionisia un día estaría junto a mi. Mi locura no era tan grave.

Y por fin un día, sin pensarlo sikiera mientras vagaba sin rumbo entre los pasillos del súper mercado buscando shampoo de arena ( como el de sabina) para matarle las pulgas al gato de la azotea, la encontré de frente. Al golpe mismo de vista tire al suelo mi canasta y corri a su encuentro. Ella ya me esperaba también, no dijo nada y se entrego a mi en un acto sublime de solidaridad. Su traje verde estaba un poco pálido y se le veía un poco decaída. Recién despertaba de su hibernación, pero ya nos habíamos encontrado por fin después de mucho buscarnos. Con un poco de sol y la suerte de cazarle con tiempo un par de moskitos Dionisia habrá de reponerse totalmente! Al menos eso espero! Bienvenida Dionisia! Bienvenida a casa! Al fin estas a mi lado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre deseé una planta carnívora hasta que repetidos comentarios de mi esposa me hicieron perder la añoranza: "Si tus cactus te duraron 3 semanas antes de morirse, ¿Cuánto crees que te va a durar una planta carnívora?"