Muchas veces nos preguntamos porqué los políticos son rateros, deshonestos, lacras y otros descalificativos altisonantes y hasta con connotaciones maternas directas, pero no nos ponemos a pensar en la raíz del problema.
¿Y cuál es la raíz del problema? Simple y llanamente el caldo de cultivo donde los políticos arraigaron sus horrendos hábitos... y no me refiero a su Universidad, sus hogares o sus amigos de parranda, sino a toda nuestra sociedad... Lo explicaré con 3 realidades que yo veo:
1era realidad: En la vida diaria vemos a gente cometiendo todo tipo de atropellos pequeños, medianos y grandes; metiéndose al carril que sale de una vía principal sin importar que los demás estaban esperando ordenadamente, nos estacionamos en doble fila valiéndonos gorro si afectamos el tráfico, damos mordida para salvarnos de pagar una multa que merecemos, mentimos e inventamos pretextos cuando llegamos tarde al trabajo, huimos cuando rayamos la facia de un carro en el estacionamiento, nos quedamos carteras o bolsos que encontramos en la calle aunque tengamos posibilidad de entregárselos al dueño... y así me puedo seguir listando muchísimos ejemplos de diferentes calibres.
2da realidad: Los políticos son personas extraídas de nuestro propio pueblo. No son extranjeros, santos, extraterrestres o gente esencialmente diferente al grueso de la población.
3era realidad: Los mexicanos anteponemos nuestros intereses personales, lo cual estaría bien si no afectáramos a más gente. Sería bueno buscar crecer económicamente, pero no tranzando. No formando parte de eso de lo que nos quejamos pero que al mismo tiempo somos parte. Solemos juzgar acciones cuando las vemos en otros y las mismas las justificamos cuando nosotros las cometemos, como si sólo nuestras agravantes valieran. Si me meto a la fila es porque tengo prisa. Si mi vecino se mete a la fila es porque es un desgraciado naco de lo peor... ¿Me explico?
Si unimos las 3 realidades, no es de extrañarse que lleguemos a la conclusión de que los políticos son igual de lacras que el resto de nosotros. Si en un taller mecánico el "maistro" te atora cobrándote cosas que ni siquiera se ocuparon, ¿porqué un político no habría de tranzar? Tú eliges a tu mecánico y a tu político. Los dos son seres humanos y los dos tienen la mexicanísima cultura de salir adelante sin importar a quién friegan.
¿Cuándo dejaremos de tener políticos rateros, mediocres, tranzas y con visión personalista? ¡La respuesta es muy fácil!... Cuando la mayoría de la gente de nuestra sociedad deje de serlo, porque los políticos son un reflejo de lo que somos como país... de lo que somos como sociedad...
>> Grinch <<
¿Y cuál es la raíz del problema? Simple y llanamente el caldo de cultivo donde los políticos arraigaron sus horrendos hábitos... y no me refiero a su Universidad, sus hogares o sus amigos de parranda, sino a toda nuestra sociedad... Lo explicaré con 3 realidades que yo veo:
1era realidad: En la vida diaria vemos a gente cometiendo todo tipo de atropellos pequeños, medianos y grandes; metiéndose al carril que sale de una vía principal sin importar que los demás estaban esperando ordenadamente, nos estacionamos en doble fila valiéndonos gorro si afectamos el tráfico, damos mordida para salvarnos de pagar una multa que merecemos, mentimos e inventamos pretextos cuando llegamos tarde al trabajo, huimos cuando rayamos la facia de un carro en el estacionamiento, nos quedamos carteras o bolsos que encontramos en la calle aunque tengamos posibilidad de entregárselos al dueño... y así me puedo seguir listando muchísimos ejemplos de diferentes calibres.
2da realidad: Los políticos son personas extraídas de nuestro propio pueblo. No son extranjeros, santos, extraterrestres o gente esencialmente diferente al grueso de la población.
3era realidad: Los mexicanos anteponemos nuestros intereses personales, lo cual estaría bien si no afectáramos a más gente. Sería bueno buscar crecer económicamente, pero no tranzando. No formando parte de eso de lo que nos quejamos pero que al mismo tiempo somos parte. Solemos juzgar acciones cuando las vemos en otros y las mismas las justificamos cuando nosotros las cometemos, como si sólo nuestras agravantes valieran. Si me meto a la fila es porque tengo prisa. Si mi vecino se mete a la fila es porque es un desgraciado naco de lo peor... ¿Me explico?
Si unimos las 3 realidades, no es de extrañarse que lleguemos a la conclusión de que los políticos son igual de lacras que el resto de nosotros. Si en un taller mecánico el "maistro" te atora cobrándote cosas que ni siquiera se ocuparon, ¿porqué un político no habría de tranzar? Tú eliges a tu mecánico y a tu político. Los dos son seres humanos y los dos tienen la mexicanísima cultura de salir adelante sin importar a quién friegan.
¿Cuándo dejaremos de tener políticos rateros, mediocres, tranzas y con visión personalista? ¡La respuesta es muy fácil!... Cuando la mayoría de la gente de nuestra sociedad deje de serlo, porque los políticos son un reflejo de lo que somos como país... de lo que somos como sociedad...
>> Grinch <<
1 comentario:
a la vio, a la vao, a la bin bon ba! el Grinch! el Grinch ra, ra, ra. No cabe la menor duda mi grinch! Eres el el mejor candidato ke recuerdo! Contigo si vamos a ver el cambio y la ciudad de la esperanza al fin sera una realidad! A donde dices ke tengo ke ir a votar?
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